EL BLOG DE CRIXIS
¿LO HAS VIVIDO ALGUNA VEZ?
¿Cuando fuiste joven, sentiste que el mundo iba en tu contra?
Pero lo máximo para muchos… fueron los libros….
Esta es su ficha para que lo puedan encontrar si se animan…
Si es asi, esta entrada es para ti …
Cuando estaba por la feria del libro 2009, me encontré muchas cosas; talleres, teatros, presentaciones, recitaciones, exposiciones, conciertos, entre otros…
Pero lo máximo para muchos… fueron los libros….
Cientos y cientos de personas de variada edad de 9 a 99 años estuvieron en la explanada del Zocalo capitalino de México, para ver y observar en estos últimos días, alguna copia de algún libro en especial.
Vi a maestros, dibujantes, alumnos, babosos, cantautores, musicos, bailarines y bailarinas y a los poetas malditos claro esta … pero en lo personal hubo un libro que me llamo la atención… no hoy si no desde hace mucho tiempo, aunque me era muy difícil conseguirlo..
Esta es su ficha para que lo puedan encontrar si se animan…
Escuelas que matan 2: las partes enfermas de las instituciones educativas / Ganem Alarcón, Patricia / México / Ed. Limusa / 2004
Y estos son unos fragmentos del mismo libro… obviamente no es todo pero neta … créanme esta muy bueno … y si me están oyendo inútiles padres y maestros … solo reaccionen y pónganse las pilas porque alguna ves en su niñez vivieron esto … y chavos recomienden este libro a sus profes para que los lean y a sus papas, porque tal ves si leyeran un poco sobre este material los entenderían a ustedes que tal vez TODO LO SABEN …
En la casa por la mañana.
¡Levántate! , ¡ya es hora ¡ ¡a que horas! ¡no me importa!, ¡te tienes que levantar! ¡quien te manda a dormir tan tarde! ¡muévete!, ¡lávate la cara!, ¡vístete! ¡quítate esas lagañas!, ¡ponte los zapatos!, ¡cómo eres lenta!, ¡rápido!, ¡¿así te as a ir!?, ¡cómo eres cochino!, ¡vete a desayunar! ¡el desayuno esta en la mesa!, ¡lávate los dientes!, ¡apúrate! ¡ya se hizo tarde! ¡que desesperación contigo!, ¡córrele nos van a cerrar la puerta! ¡otra vez vamos llegar tarde.!
¿Y quien tiene la culpa?, nadie. Sólo que nos hemos acostumbrado vivir en un mundo de presión, angustia, desesperación, enojo, frustración, disgusto y mal humor, porque vemos que la gente y especialmente los niños no hacen las cosas como les decimos, como los mandamos, como los ordenamos. Nos incomoda el hecho de que no respondan a nuestras necesidades y aunque nos dan algunas satisfacciones, nos molesta que “no obedezcan” “que sean tontos” “que no hagan caso” y “no entiendan lo que se les dice”.
Los consideramos culpables de nuestro malestar. Así lo pensamos, lo admitimos, y en nuestra desesperación y perdida de de control se los decimos: “Tú tienes la culpa por no levantarte temprano”, algunas de las frases que usamos para culparnos son: ¡ya viste por no apurarse!, ¡contigo son puros problemas!, ¡siempre es lo mismo!, ¡ya me tienes harto!, ¡ya no sé que hacer contigo! ¡pero esta es la última que te paso!, ¡pero hoy si te acuestas temprano porque sino mañana vas a ver como te va!, ¡te juro por tus ancestros y ruega por ello que si no me haces caso, te va ir muy MUY MAL!.
Si a los adultos nos causa dolor el sentimiento de culpa, ¿porqué no ha de ser lo mismo con los niños?. Piensan que el trato de los adultos es injusto; rezongan y no se quedan callados; Son rebeldes, groseros, desobedientes y mal educados; Para hacer las cosas se les tiene que obligar usando castigos cada vez mas fuertes; Les molesta que se les trate de obligar, y para evitarlo, adoptan aptitudes de sobrevaloración, echándose a cuesta la tarea de ser los mejores, aunque se desvaloran así mismos y a la gente. Ellos no se dejan de nadie: se llevan, pero no se aguantan. Critican pero no les gusta que los critiquen. “Les gusta hacer pero no les gusta que les hagan”.
Las palabras mas usadas en las mañanas son ordenes para llegar a la escuela (¡apúrate¡, ¡súbete¡, ¡bájate¡, ¡yá¡, ¡a qué horas¡, ¡muévete¡, ¡rápido¡, ¡ya estás¡, ¡se nos hace tarde¡, ¡ya no llegamos¡). Asi, no hay alegría, no hay gusto en esta forma de vivir, hay tensión, pero la mayoría ya ni lo cuestionamos, pues ya estamos tan acostumbrados a vivir con este sistema, que lo vemos como algo normal. En la estructura de los padres, no predominan los sentimientos de tranquilidad, no disponemos de la calma para disfrutar del trayecto hacia la escuela y la inmensa mayoría de los padres, hemos perdido la capacidad para gozar a nuestros hijos.
No los disfrutamos, y en lugar de eso, los vamos regañando, los vamos golpeando, los vamos humillando y convertimos el trayecto en uno de los momentos mas frecuentes para destrozar los valores de convivencia social que les enseñan en la escuela.
En ese momento al igual que cuando vamos al trabajo hacemos cualquier cosa por llegar y los demas “nos valen gorro” . Andamos furiosos y cualquier pretexto es bueno para estallar.. Por eso en lugar de enviar a la escuela los niños cargados de energía positiva para aprender, la mayoría de los padres enviamos niños cargados de resentimiento. Que sólo reflejan las aptitudes de su carácter a la mala o sólo pueden ser las víctimas.
En la escuela.
La presión aquí es tal, que el autoritarismo genera temor en los niños y eso da lugar a conductas de resistencia, tanto pasiva como activa, esto ocurre tanto en la escuela como en la casa.
Es pasiva cuando los niños se ponen nerviosos, se angustian y se bloquean. Saben “pero los nervios los traicionan”, y tanto los padres como los maestros, los presionan para que se pongan listos y se bloquean mas. Les sudan las manos, tartamudean, les dan ganas de llorar y se atontan. Les falta seguridad y la única forma de protegerse es somatizandose: como engordar, enfermarse, vomitar, les duele el estómago, les gana la pipí o la retienen demasiado o desarrollan alergias al sol o al polvo, les salen manchas en la piel, etcétera.
Es resistencia activa cuando los niños hacen lo contrario a lo que se les ordena, adoptan conductas de rebeldía no se están quietos y el temor lo convierten en agresividad. Traen encima mucha ira y su necesidad es desahogarla “en quien se deje” en niñas o niños, o “en los mas mensos”. Tienden la tendencia a sentirse superiores a los demás, son mandones o mandonas, y les cuesta mucho trabajo integrarse con quien no les cae bien. Agraden pero se justifican. Culpan a los demás o se enojan porque no les parece justo que nada mas los castiguen a ellos. Son los niños que no se están quietos y que dan mucha lata porque hablan demasiado y no hacen caso; se paran, se quitan sus cosas, se empujan, se insultan, mienten, gritan, corren, suben, bajan, pelean, juegan o brincan sin que se les de permiso; y son aquellos de quienes se quejan la mayoría de los maestros: y por respeto a los lectores se omitiran todas las frases ofensivas que dicen los maestros de los niños.
Ahora bien, los maestros y padres queremos que aprendan todo al ritmo que se les va marcando y si no lo hacen entonces son: unos burros, mensos, tarados, idiotas, tarugos, imbéciles, animales, estúpidos.
El profesor quieren que los niños actuen, digan, hagan, respondan, piensen y sientan como él lo determina; y si no lo hace se enoja, se pone de malas, se desespera, se pone irascible y los culpa buscando la manera de desquitarse ya sea a la buena o a la mala. No pregunta ni pide una explicación, lo que hace es culparlos y acusarlos, por lo que ello se justifican, son evasivos, no explican nada, dicen mentiras o se quedan callados. En realidad lo que hacen los niños es evitar la culpa y los castigos ya que por muy valientes que sean aun siguen teniendo miedo y queremos hacerles sentir que son culpables de nuestra ira y ellos se defienden porque la culpa les hace sentirse malos y tontos.
Se proclama a diestra y siniestra que el objetivo de la educación escolar es enseñarles a ser responsables: pero ¿ Realmente estamos haciendo esto? Lo cierto es que muchos padres y madres tienen frases aprendidas en su trabajo en las que se detecta el resentimiento, entre ellas están las siguientes: ¡me tengo que desquitar! ¡me la van a pagar!, ¡esto no se va quedar así! ¡esta si no se la paso! ¡ el que ríe al último ríe mejor!, ¡la venganza es dulce!, ¡no voy a descansar hasta que me la pague! ¡ ya sacaste boleto!, ¡ahora va la mía!, ¡después te aguantas!, ¡después no chilles!, ¡ el que se lleva se aguanta! ¡ mariquita! ¡lero lero! ¡ te lo dije!, ¡ te lo advertí!.
Se les esta educando exactamente como fuimos educados nosotros pero ellos están saliendo peor. El sentimiento dominante es el mismo: están resentidos y frustrados, porque el mundo no es como se los pintamos en la primera etapa de su existencia por eso crecen llenos de corajes y éstos corajes al acumularse, se convierten en ira y se van colocando en una gran cadena de tensión que al explotar vierte todo su enojo contra el inocente. Piensen que en el futuro esos niños dirán, como lo decimos nosotros al justificar nuestro carácter resentido, “así me hicieron los demás” dentro de las frases que emiten con mucho coraje, estan las siguientes: ¡yo no tengo porque dejarme¡, ¡yo no me voy a dejar¡, ¡le voy hacer lo mismo¡, ¡tú no eres nadie para mandarme¡, ¡no me importa¡, ¡¡y que¡¡, ¡me vale¡, ¡a ver si puedes¡, ¡no quiero¡, ¡no me gusta¡, ¡no me molestes¡, ¡que te importa¡, ¡quitate de aquí¡, ¡tú no me vas a mandar¡, ¡tú no mandas manda mi mamá¡, ¡sácate¡, ¡véte no te quiero volver a ver¡, ¡hazlo tú¡, ¡porqué no lo haces tú¡, ¡porque no se me da la gana¡, ¡no lo voy hacer… porque no quiero¡, ¡ahora no lo hago¡, ¡aunque me pegues no lo voy hacer¡, ¡ahora menos¡.
Los niños rebeldes les dan a los padres y maestros en su mero mole pues gracias a eso pueden volcar mas ira en ellos, pero si han probado todo y no se les puede doblegar por la fuerza, entonces usan el chantaje y los manipulan con la culpa y esto recae mas que nada en los padres y maestros, todos son mensajes ocultos de no vivas, no disfrutes, no seas tu mismo y muerete.
…
Esto tan solo es una unión de fragmentos muy bien planteados y hay muchas mas situaciones planteadas… en serio denle una oportunidad y no se arrepentirán… a lo mejor no les parece lo que dice, porque no les gusta como se los dicen, pero tal ves les ayude a ser mejores persones y a comprenderse como familia, maestros, alumnos, hijos y padres…
SAYONARA
Y recuerden; "La violencia es inutil
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